14 de mayo de 2014
Bolsa de Comercio de Rosario
Edificio Torre – Paraguay 755
La Fundación OSDE y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) rinden este Homenaje a Suiza, en el marco del programa Homenaje a las comunidades que construyeron la Argentina.
La inmigración suiza llegó a la Argentina a medidados del siglo XIX, fundando en 1857 la ciudad de Baradero en la provincia de Buenos Aires y Esperanza en la provincia de Santa Fe. Posteriormente alrededor de 40 mil personas provenientes de los cantones de Valais, Berna, Vaud y Zurich se asentaron, en su mayorÃa, en las provincias de Córdoba y Santa Fe, y en menor medida en Buenos Aires, Entre RÃos, Salta y RÃo Negro, encontrando una geografÃa generosa y amplia que les permitió el desarrollo de su economÃa llevada a cabo en las pocas planicies y valles fértiles de los Alpes. Dedicados desde un principio al cultivo de los suelos, cualquier referencia a una «Colonia Suiza» es, desde entonces, sinónimo de agricultura, turismo y buenos sabores.
Antigua tierra de tribus helvecias y del Sacro Imperio Romano-Germánico, la Confederación Suiza nació en 1291 como una alianza conformada por las comunidades de los valles centrales de los Alpes, que olvidaron sus diferencias y acentuaron sus afinidades y, después de aquel mÃtico acto de rebe Guillermo Tell, tomaron la decisión de constituir -uniendo uno por uno los cantones- hasta llegar a lo que hoy es la Confederación Helvética. Quizás por esa multiplicidad cultural sea que Suiza tiene cuatro idiomas oficiales (alemán, francés, italiano y romanche), y que en medio de conflictos bélicos haya elegido actuar como mediadora en lugar de tomar partido por uno u otro.
La herencia suiza en la Argentina se ve reflejada en sus famosos chocolates, sus medicinas, sus relojes, sus quesos y sus navajas multifunción; en la poesÃa de Storni, la velocidad de Reutemann, las jugadas de Clausen y en los discursos de Pellegrini y Binner. Conocidos por su seguridad financiera, sus premios Nobel, su estabilidad polÃtica y su buen nivel de vida, Suiza suele ser citada como un ejemplo de neutralidad y confianza, y es por ello que numerosas organizaciones internacionales como la Cruz Roja, la Organización de las Naciones Unidas, el Comité OlÃmpico Internacional y la Federación Internacional de Fútbol Asociado tienen sede en su territorio; y nombres familiares como Adecco, Nestlé, Roche y Zanella encuentran algún punto en común con Suiza, en una historia que nos une desde hace más de 100 años.